El paisaje invita a la calma desde su primer avistaje. Llegar a San Luis demanda desacelerar el ritmo citadino de inmediato y fundirse en su espectáculo natural. Las Sierras de los Comechingones se dibujan contra el cielo, azules y doradas, y jazmines amarillos delinean el sendero a la cabaña.
Propuestas para disfrutar del sol y el aire puro de las sierras -con circuitos de saltos, miradores o cascadas, caminatas, cabalgatas, alquiler de bicicletas o cuatriciclos, parapenting y tirolesa-, bosques encantadores y arroyos que descienden de las serranías en un entorno sereno donde se oye la brisa y el canto de los pájaros, plantean un programa de descanso basado en la paz y en la belleza.